INSPIRATION. THE STYLE OF THE THIEF

En tantas películas vemos como malvados personajes o simplemente ladrones gozan de un elegante y bien cuidado guardarropas digno de envidia, y de admiración por la clase con la que efectúan sus crímenes. Uno de los que más llama la atención ha sido el eterno caballero mod Michael Caine, que en muchas películas encarnó a este especímen del bajo mundo, que se movía entre la aristocracia y la bohemia europea con suficiente estilo como para opacar a cualquiera. En The Italian Job (1969), Caine manejaba de manera perfecta la sustracción de numerosos lingotes de oro, transportado incluso en Mini Coopers que representan lo más cool del Swingin' London. Y por supuesto en Gambit (1966), donde el look lo era todo para intentar robar una antigua estatua de origen hindú.

Otros ladrones bien vestidos vienen de la mano de Steve McQueen en The Thomas Crown Affair (1968), el que siempre iba terneado y bien peinado, tal como Cary Grant anteriormente en To catch a thief (1955), o Peter O"Toole con Audrey Hepburn en How to steal a million (1966).

Y para que hablar del reparto Rat Pack en la original Ocean's Eleven (1960), con Sinatra a la cabeza, puro martini y poker. O de los ladrones combinados en negro de Tarantino en Reservoir Dogs (1992). Pero el premio a los mejor vestidos ladrones de todos los tiempos tiene que ser para Beatty y Dunaway por Bonnie & Clyde (1967).