DRESSED TO KILL. REDFORD FOR THE 70'S, GEKKO FOR THE 80'S

Cada era tiene sus características, su estilo, sus personajes. Ya sean realidad o ficción, hombres y mujeres han marcado la moda en cada paso, y han inspirado algunas en futuros no muy lejanos. En los '70, el equivalente a Brad Pitt y George Clooney todo en uno era Robert Redford. Al igual que otras caras bonitas, comenzó lentamente a asegurar un espacio en la gran pantalla y luego se atrevió a escribir y dirigir películas, hacer pareja con el gran Paul Newman para el deleite de los cinéfilos, y a protagonizar dos de los romances más recordados: The Great Gatsby y The way we were. Además, su estilo reflejaba una extraña pero efectiva mezcla entre el hippie chic propio de la época y la transición a los trajes y chaquetas más formales, pero nunca inalcanzables. Había cierto relajo en su imagen, una seguridad masculina que alentaba a la imitación y que por supuesto, muchos siguieron hacia principios de la nueva década. Pero todo pronto cambiaría.

El significado del poder y el dinero en los '80 no sólo trajo consigo una nueva era de tecnología, ganancias y muerte de lo hippie; apareció la moda imponente, brillosa con el sinónimo de mientras más grande mejor, los yuppies y por supuesto, Gordon Gekko. El personaje salido directamente de la mente de Oliver Stone en 1987, fue encarnado por un convincente Michael Douglas, que no sólo se vistió de Ermenegildo Zegna para la filmación, sino que también se apoderó de esos trajes y transformó la moda y la manera de actuar de varios jóvenes aspirantes a alcanzar ese estilo de vida. Los suspensores y las camisas de dos colores, el pelo engominado hacia atrás y las chaquetas de cuatro botones (que venían directamente de la era gangster de los '40) lo eran todo. Un contraste grande pero importante, que nuevamente derivó en importantes cambios a principios de los '90 pero que dejaron su huella en la historia del estilo.