Si Drive (2011) hubiese sido filmada en los '80, Michael Mann la habría dirigido. Al ver las primeras imágenes, los colores, la estética de luces nocturna y la música que recrea de manera perfecta la sensación de una historia tipo Miami Vice, los '80 no nos parece una década tan lejana, sino identificable con las películas de crimen y gangsters que aparecieron por montones en aquellos años. Scarface (1983), la más famosas de ellas y que con el tiempo se convertiría en un clásico de culto, comparte la violencia explícita y ese ambiente de neón con esta cinta de Nicolas Winding Refn, quien ya había incursionado en el tema de las drogas y sus problemas con Pusher (1996), su primer trabajo.