A él lo conocimos como el manager inseparable de la revolucionaria Twiggy, y también como su pareja. Justin de Villeneuve trabajó como peluquero antes de convertirse en fotógrafo, trabajó para Vogue UK a lo largo de los '60 y '70, capturando el look de su novia y de otras modelos famosas como Pattie Boyd. Sin embargo, el hit fotógrafo vino de la mano de David Bowie, a quien retrató junto a Twiggy a principios de los '70 para la misma revista. Al ver el resultado, Bowie decidió convertir la misma foto en la portada de su disco Pin Ups, en 1973.
A pesar del éxito, de Villeneuve apareció después como un aprovechador en la carrera de la modelo, a quien le descontaba el 50% de sus ganancias; incapaz de justificar su importancia en el modelaje de Twiggy, se convirtió en el fotógrafo que conocemos, cobrando altísimas cifras por las sesiones. Pese a la experiencia, y el quiebre de la inglesa y de Villeneuve en 1973, siempre quedarán algunas de las fotos más memorables de la época, como la de Pin Ups.
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