OLD SCHOOL. JEAN SEBERG

 La delicadeza y talento que hoy alabamos de Michelle Williams y Carey Mulligan es la marca registrada de una actriz que apareció hace varias décadas atrás. Un corte de pelo masculino cambiaría su vida para siempre, y así pasó al estrellato vestida con una mítica polera con el logo del New York Times que cada cierto tiempo alguna revista vuelve a poner de moda otra vez. Jean Seberg comenzó su carrera en 1957 bajo el alero del reconocido Otto Preminger, quien la incluyó como Juana de Arco en la producción Saint Joan, y luego en la famosa cinta Bonjour Tristesse (1958), donde compartió con David Niven. A pesar del look sencillo de cabello castaño y largo que mantuvo a comienzos de su carrera, pronto Seberg se convertiría en el look simbólico y transgresor de la nueva generación de actrices en Europa, a pesar de haber nacido en Estados Unidos.

En los '60, Jean fue escogida por Jean Luc Godard para aparecer en el hito de la nueva ola francesa, A bout de souffle (1960) donde actuó junto a Jean Paul Belmondo. Pronto las revistas de moda y los directores se fijaron en ella, y a pesar del éxito conseguido cintas posteriores, Seberg perdió roles debido a su lucha contra la depresión. Fue la misma enfermedad la que la afectó hasta su muerte, ocurrida en 1979 debido a una sobredosis de medicamentos y alcohol. Seberg siempre será recordada como "la actriz más talentosa en Europa a principios de los '60", según el propio director Françoise Truffaut,  y una de las actrices más delicadas de toda la industria en aquella década. No por nada editoriales como la protagonizada por Christy Turlington en los '90 tratan de capturar un poco de esa magia que Jean irradiaba a través de la gran pantalla.