DRESSED TO KILL. JULIANNE MOORE

Empezó como una linda actriz de cabello rojo y gran carisma en películas como La mano que mece la cuna (1992) o la comedia Nueve Meses (1995), junto a Hugh Grant; pero ya a fines de los '90, demostró que era algo más. Su actuación como la complicada actriz porno en Boogie Nights (1997) le valió nominaciones a premios y toda la atención de la prensa, y la moda no se iba a quedar atrás. Portada en revista Vogue, invitada a los desfiles de moda y al mismo tiempo interpretando papeles descomunales que terminaron por consagrarla definitivamente como una de las mejores actrices de la actualidad.

La entrada a los años 2000 la vieron tomada de la mano de Stefano Pilati, el entonces nuevo diseñador de Yves Saint Laurent, de quien se hizo inseparable y la vistió para toda ocasión; Lanvin también coqueteó con ella en colores y formas asimétricas, pero fue el salto con Tom Ford y su película A single man el 2009 el que la dejó entre las mejores vestidas. Con una figura envidiable e increíbles 50 años -aunque no lo parecen-, Moore sabe qué llevar y no le importa parecer sexy e interesante al mismo tiempo; por eso, Ford la eligió para su desfile de regreso este año, revistas como W y Vogue Paris la aman, y los críticos de cine la destacan cada vez que aparece alguna película suya.